15 años de la Ley de Cuotas
La anchoveta extraída por las embarcaciones pesqueras de la flota nacional para la elaboración de harina de pescado y aceite de pescado para consumo humano indirecto es, qué duda cabe, uno de los recursos hidrobiológicos más importantes en términos económicos para nuestro país, representando el sector pesquero, en general, aproximadamente el 1.5 % del PBI peruano; así como el 7 % del total de las exportaciones peruanas, estando la mayor de ese aporte vinculado a la extracción, procesamiento y comercialización de harina y aceite derivados del referido recurso hidrobiológico.
La coloquialmente denominada “Ley de cuotas”, cuyo nombre real es “Ley sobre límites máximos de captura por embarcación”, aprobada mediante el Decreto Legislativo n.° 1084, acaba de cumplir 15 años desde su entrada en vigor y, con ello, “revolucionar” la forma como se ejercía la actividad extractiva de este recurso.
Cabe recordar que antes de la “Ley de cuotas” la autoridad pesquera ya otorgaba una cuota global para la extracción de la anchoveta, la que se agotaba en muy pocos días, toda vez que los armadores “corrían” por extraerla. Esto generó que se denomine como “carrera olímpica” a la manera en que las embarcaciones zarpaban para extraer, en el menor tiempo posible, toda la anchoveta que permitían sus capacidades de bodega, lo que a su vez provocaba una enorme presión sobre el recurso y, con ello, la afectación a su sostenibilidad. Con la “carrera olímpica”, los días efectivos de pesca eran de aproximadamente 50 al año, estando el resto de los días, tanto las embarcaciones como sus tripulantes, inoperativos.
Asimismo, con el sistema anterior, cada armador necesitaba tener la mayor capacidad de bodega posible y, por ende, un mayor número de embarcaciones, así como una mayor cantidad de plantas de procesamiento; ello con la finalidad de poder extraer y descargar el recurso extraído lo más rápido posible para volver a zarpar con sus embarcaciones. Evidentemente, esto contribuyó negativamente a tener un exceso de flota pesquera, lo cual generó una serie de ineficiencias operativas y financieras.
Con la vigencia de la “Ley de cuotas” se mantuvo la figura de una cuota global para la flota pesquera; sin embargo, se estableció además una “cuota individual” por embarcación denominada “porcentaje máximo de captura por embarcación” o PMCE, con lo cual cada embarcación tiene asegurada una cuota de pesca que puede ser extraída a lo largo de la temporada. Esto trajo consigo, entre otros aspectos, (i) la reducción de la flota pesquera nacional (con las eficiencias que ello conlleva); (ii) una menor presión sobre el recurso anchoveta, permitiendo con ello su recuperación y; consecuentemente, (iii) el término de la “carrera olímpica”.
Adicionalmente, como novedad, incorporó un mecanismo que permite asociar la “cuota individual” tanto dentro de la flota propia como con otros armadores, lo que contribuyó a disminuir el riesgo de verse impedido de extraer la cuota propia en caso alguna embarcación quede inoperativa, pues se permite extraer dicha cuota con otra embarcación propia o de terceros.
De otro lado, esta regulación ha introducido mejoras en la tecnología, como las bitácoras electrónicas, que permiten que los armadores comuniquen en tiempo real las zonas donde se encuentran ejemplares juveniles u otros recursos acompañantes y que, por su parte, el Ministerio de la Producción pueda ordenar cierres preventivos de las zonas reportadas; así como mejoras al Sistema de Seguimiento Satelital que brinda información en directo sobre la ubicación y velocidad de las embarcaciones pesqueras, permitiendo, tanto al Ministerio de la Producción como a los titulares de permisos de pesca, hacer seguimiento de las zonas donde se realiza la actividad extractiva y, con ello, evitar la entrada a zonas prohibidas o reservadas, lo que contribuye a una pesca más responsable.
Si bien la “Ley de cuotas” (y normas reglamentarias) ha contribuido a mejorar la pesca del recurso anchoveta, también es cierto que, a lo largo de estos 15 años, esta normativa no ha estado exenta de vacíos legales o de constantes modificaciones que requiere de especialistas del derecho que, además de conocer la normativa vigente, conozcan la realidad del sector pesquero y los retos que este exige, con la finalidad de dar un adecuado acompañamiento a sus clientes.
Si bien en la actualidad la extracción de anchoveta en el Perú enfrenta una difícil situación debido al calentamiento del mar, lo que sumado a una rígida regulación del sector que, lejos de dar un “respiro” a los administrados, dirige su actividad con un ánimo más recaudador y sancionador, ejerciendo una mayor presión sobre los titulares de permisos de pesca; aun en este escenario, las “cuotas individuales” siguen siendo la mejor opción para una próxima recuperación que, estamos seguros, se dará durante este 2024.
Por Santiago Quiroz, socio senior, y Coralí Urbina, asociada del área Pesquera
Publicado en la revista Columnas del estudio edición n°215.