Comercio exterior: La importancia de la seguridad de la cadena logística como factor clave para la competitividad empresarial

La seguridad en la cadena logística internacional representa un elemento esencial para las empresas en todo el mundo, ya que incide directamente en las operaciones de la compañía y en su relación con los servicios o mercancías que produce o brinda, por lo que contar con una trazabilidad y conocimiento pleno de cada proceso resulta necesario para garantizar que la empresa pueda cumplir con las demandas del mercado y satisfacer los compromisos adquiridos con sus clientes de manera satisfactoria y segura.
Esta importancia se aprecia claramente cuando hay interrupciones en la cadena logística internacional derivadas de fallas administrativas, actos delictivos o terroristas, las cuales generan repercusiones significativas para la competitividad de la empresa, desde retrasos e incumplimientos hasta pérdidas de contratos, daño reputacional, repercusiones penales dirigidas a los representantes de la empresa o aumento en los niveles de control establecidos por la Administración Aduanera, debido al mayor riesgo que esta empresa podría representar.
En vista de lo anterior, contar con una seguridad de la cadena logística se vuelve indispensable, en donde el sector público y privado coordinen entre sí, siendo el Estado responsable de proveer la infraestructura y servicios necesarios para asegurar un nivel aceptable de seguridad física, además de velar por el adecuado funcionamiento de los servicios de infraestructura que brinda tanto en condiciones normales como ante un siniestro natural; y el sector privado, por su parte, el responsable de implementar las medidas internas de seguridad y respaldo necesarias para velar por una adecuada gestión del riesgo y funcionamiento de sus procesos.
Bajo tal marco, la solución para las empresas radica en la implementación de un programa o sistema de seguridad de la cadena logística que asegure una trazabilidad integral de las operaciones. Destacan controles esenciales, tanto a nivel de infraestructura como en los accesos a las instalaciones, con el propósito de disuadir la intrusión no autorizada; seguridad informática mediante la adopción de firewalls, que posibilitan el monitoreo de accesos a información confidencial y cambios periódicos de contraseñas; la selección cuidadosa de asociados de negocio, incluyendo proveedores y clientes, así como la seguridad en la selección de los colaboradores que laboran en la compañía, mediante la verificación de antecedentes laborales y personales; y sobre todo, la seguridad en la operación de comercio exterior.
La empresa, a fin de implementar un programa o sistema de seguridad de la cadena logística puede optar por certificarse como Operador Económico Autorizado (OEA) o como Business Alliance for Secure Commerce (BASC). Ambas certificaciones siguen lineamientos de seguridad internacional, aunque difieren en su respaldo y requisitos. La certificación OEA es otorgada por la Administración Aduanera peruana (Sunat); es indefinida siempre que los operadores certificados mantengan el cumplimiento de las condiciones. En cambio, la certificación BASC está respaldada por una organización internacional y requiere ser renovada anualmente.
Estas certificaciones comparten objetivos clave como la reducción de riesgos en las operaciones al garantizar y supervisar que la mercancía no esté contaminada desde su origen hasta su destino final, ya sea por contrabando o drogas. Además, respaldan la imagen de la empresa, amplían oportunidades de negocios en el exterior al permitir asociaciones con proveedores y clientes confiables, y fomentan la implementación de buenas prácticas de control en las operaciones de la cadena logística reconocidas a nivel global.
Hoy en día, mantener relaciones comerciales alrededor del mundo exige medidas de seguridad durante toda la cadena logística. En este sentido, desde la perspectiva aduanera, estas certificaciones permiten no solo reducir las sanciones impuestas por la Administración Aduanera o mitigarlas, sino también consolidar a la empresa en entornos globales, ya que con estas certificaciones la empresa es calificada como segura y confiable en sus operaciones de comercio exterior.
Por Catherine Cabrera, asociada del área de Comercio Exterior
Publicado en la revista Columnas del estudio edición n°215.