La inteligencia artificial y el derecho
La inteligencia artificial en un futuro tendrá un papel clave para el desarrollo de soluciones, pues es la herramienta actual que está cambiando el mundo del aprendizaje.
Pero, qué es la inteligencia artificial o IA en abreviatura. En términos sencillos, se trata de sistemas informáticos que han sido diseñados para aprender, realizar acciones y resolver conflictos, a partir de la capacidad de información que se le proporciona.
Los sistemas de IA se entrenan utilizando grandes cantidades de datos, lo que permite aprender patrones y formular predicciones precisas; mejorando con ello la productividad, liberando tiempo y recursos para otros proyectos. Asimismo, se puede utilizar para tareas muy diversas, desde la detección de fraudes en el ámbito económico, hasta el diagnóstico de enfermedades, en el ámbito de la medicina.
Debemos saber entonces que, con la sola recopilación y análisis de datos, puede reemplazar o imitar la inteligencia humana.
Habiendo realizado un breve análisis del significado de la inteligencia artificial, surge la interrogante: ¿en qué puede beneficiar o afectar al campo del derecho? y ¿porque hasta ahora está tomando tanta relevancia?
En el ámbito jurídico, podría convertirse en una herramienta para resolver problemas, analizar casos, normas, redactar, proyectar escritos, minimizar la carga procesal, haciendo de nuestro Poder Judicial un sistema eficiente para el logro de sus objetivos.
En el Perú, tal herramienta no es ajena, pues hace poco se publicó la Ley n.° 31814 – “Ley que promueve el uso de la Inteligencia Artificial (IA) en favor del desarrollo económico y social del país”, la cual brinda pautas generales para el uso, desarrollo y aplicación de la IA.
Recientemente el juez del Primer Juzgado Civil de San Juan de Miraflores, en el expediente de alimentos n.° 52-2022, recurrió a la IA a través del aplicativo ChatGPT, para determinar el quantum de la pensión que le correspondía a la alimentista.
Para los abogados, esta herramienta generará nuevos retos, transformando la forma de trabajo, adaptando nuestro conocimiento a nuevos avances tecnológicos que nos permitan reducir errores y agilizar la toma de decisiones; por lo que, no deberíamos estar frente a un problema o amenaza para los operadores del derecho, quienes siempre tendrán la capacidad reflexiva, racional y sensitiva que los caracterice y diferencie de estas nuevas herramientas.
Finalmente, la IA en definitiva contribuirá a mejorar la vida cotidiana, a través de la resolución de problemas globales, sin límites en termino de horarios o interrupciones propias de la conducta humana. Sin embargo, también plantea algunos desafíos éticos, sociales y legales que deben ser debatidos y regulados en nuestro país, siendo que la Ley n.° 31814 aún resulta ser bastante incipiente.
Por Ingrid Osorio, abogada de la sede Trujillo del Estudio Muñiz
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