Nuevas autoridades, ¿mismos problemas?

Tan solo una semana después de iniciado el año 2019, exactamente el lunes 7 de enero, el cuestionado fiscal supremo Pedro Chávarry decidió renunciar al cargo de fiscal de la Nación, designándose interinamente en su lugar a la abogada Zoraida Avalos Rivera; poniéndose fin, al menos momentáneamente, a la más grave crisis por la que atravesó el Ministerio Público en los últimos 20 años.
En simultáneo, asumieron también, los cargos de presidente del Poder Judicial y alcalde de la ciudad de Lima, el juez supremo José Luis Lecaros y el abogado Jorge Muñoz Wells, respectivamente; ambos en reemplazo de antecesores muy cuestionados en el ejercicio de sus funciones.
Por su parte, el presidente del Congreso, Daniel Salaverry, se “estrenó” como legislador independiente al haber renunciado, también los primeros días del 2019, al partido que lo llevó al Poder Legislativo y lo encumbró al cargo que actualmente ostenta. Inicia entonces este flamante 2019 con nuevas autoridades al frente de instituciones tutelares.
Lo anterior no garantiza que los problemas que tales entes públicos han venido afrontando a lo largo del 2018 vayan a desaparecer de la noche a la mañana, pero el cambio de personas al frente de estos, puede significar una mejora significativa en su manejo, si es que las nuevas autoridades así se lo proponen; lo contrario, vale decir, persistir en los mismos errores que sus antecesores, solo agudizará su muy alta desaprobación y desfavorable opinión que la ciudadanía en general tiene de tales entidades.
A contracorriente con lo anterior, según cifras oficiales del INEI, hasta octubre del 2018, el crecimiento económico del Perú fue de poco más de 4%, con picos como el ocurrido en el mes de abril de casi 8%, lo que lleva a preguntarse sobre la disociación entre el resultado económico (bastante aceptable) con el político (lamentable), y si es posible que esto pueda continuar indefinidamente.
Esperamos que las flamantes autoridades, cada una desde su respectivo sector, sume a la causa “país” y empiecen a “empujar el carro” en el mismo sentido, vale decir: más y mejores servicios públicos, desarrollo y crecimiento económico, lucha anticorrupción, etcétera. La sociedad y el país lo requieren urgentemente.
Por Fernando Meléndez, socio principal del área de Litigios y Controversias
Publicado en la revista Columnas del estudio edición n°196.