Oportunidades en épocas de crisis para el private equity o capital riesgo

Existe una figura de inversión que debemos enseñar a los emprendedores y empresarios en general para que sus negocios crezcan a un ritmo más rápido y profesional. El famoso private equity se ha convertido en una forma muy utilizada de captación de capital en los últimos años. Consiste en aportar recursos financieros a una empresa que generalmente no cotiza en bolsa. Esta inversión se hace por un periodo y, a cambio, el inversionista recibirá una participación accionaria en la empresa. Luego de un tiempo estas acciones serán vendidas a un tercero por un precio mucho mayor del que fueron adquiridas; de esta manera, se recuperará el capital invertido.
Este tipo de inversión financiera representa para los inversionistas una rentabilidad atractiva y se puede aplicar en distintas fases de una empresa; desde la fase inicial que representa un mayor riesgo hasta las fases donde la empresa ya se considera “madura”. Además, para los emprendedores que deciden aceptar este tipo de financiamiento, desprendiéndose del total o parte de sus acciones en la empresa que han formado, representa la posibilidad de que su negocio crezca más rápido y tener también una mayor rentabilidad en el corto plazo.
Una vez que ingresa al capital social de una compañía a un fondo de inversión, este tendrá como objetivo hacer que las empresas se profesionalicen, crezcan y fortalezcan para que de esta manera sean más rentables. Siendo ahora parte de la empresa, los fundadores y el fondo descubrirán nuevas formas para crear generar valor que beneficiará a los inversores y a la empresa. El éxito de una inversión de private equity dependerá de una estrategia rápida para impulsar el crecimiento del negocio a mayor velocidad.
Invertir de esta manera suele tener buen ritmo, inclusive en momentos de crisis, porque se pueden encontrar buenas oportunidades en comprar negocios cuyos accionistas tienen necesidad apremiante de inversión. Es así como la rentabilidad de los fondos de private equity que empiezan en épocas de crisis suelen ser tener mejores resultados comparadas con los de otras. Hace poco más de diez años los fondos de private equity empezaron a participar tímidamente en los procesos de compra y venta de empresas en Perú hasta haberse vuelto actores protagónicos. Esperemos que el protagonismo continúe y exista más capital invertido en el Perú.
Además de ello, es importante tener en cuenta que hay otros factores que hacen que los empresarios busquen inversión en private equity y no préstamos bancarios. Esto se da básicamente por tres razones. En primer lugar, porque una empresa de private equity asume el riesgo con el otro accionista, es decir, al ser también parte del capital de la compañía, tendrá que hacer sus mejores esfuerzos para que la empresa crezca y, si los resultados no son los mejores, estas pérdidas se dividen entre ambos; en el mundo del private equity se está menos expuesto a la inestabilidad de los mercados públicos a corto plazo, lo cual permite al gestor centrarse en la gestión de las empresas e impulsar la creación de valor. En segundo lugar, los intereses bancarios están más altos que nunca y esto genera un costo financiero que muchas veces los empresarios no quieren asumir. Además, se está volviendo cada vez más difícil ser sujeto de crédito bancario sobre todo por la realidad en la que estamos transitando: Niño Costero y probablemente un Niño Global que afectaría a diversos sectores como pesca y agricultura. Finalmente, la volatilidad de los mercados de renta variable ha generado que muchas empresas ya no busquen salir al mercado de valores; desde finales del año 2021 la salida en bolsa de las empresas ha disminuido en un 45%.
La forma como se negocia una transacción de compraventa de un fondo de private equity suele tener algunas particularidades en el contrato de compraventa de acciones: se hará principal énfasis en las cláusulas de salida del fondo de la empresa para que sus acciones se vendan en un plazo de tiempo que está delimitado, además se firmará un convenio de accionistas en el que las partes buscarán negociar cláusulas de drag along y tag along en una posterior venta.
Por Alejandra Santistevan, asociada del área de Derecho Corporativo.
Publicado en la revista Columnas del estudio edición n°213.