Un sofisticado mercado de M&A
A lo largo de los años los procesos de fusiones y adquisiciones han ido experimentando una clara sofisticación, adoptando prácticas internacionales hasta el punto de ser descritos por las siglas en inglés de M&A. Ello ha sido resultado del proceso de integración con el mercado internacional ocurrido desde mediados de los años noventa y la estabilidad sostenida del país en los ámbitos económico y jurídico que ha permitido a las empresas peruanas volverse atractivas para actores internacionales.
Siendo así, los procesos de M&A ocurridos en Perú o que involucraban a empresas peruanas debieron adaptarse a estándares internacionales. Mencionamos tres aspectos que debemos considerar.
(i) Banca de inversión y asesores legales especializados. La existencia de bancas de inversión especializadas en liderar procesos de M&A es relativamente reciente en el mercado peruano. Hasta no hace mucho la mayor parte de los procesos de venta se realizaba en una negociación directa entre el vendedor y el comprador, asistidos por un abogado de confianza y un financiero de planta de cada una de las partes. Actualmente, las bancas de inversión son la regla y su ausencia la excepción. La evolución en este aspecto se ha venido dando en dos vertientes. Por un lado, las bancas de inversión están presentes en transacciones de cada vez menor monto, segmentándose entre las internacionales vinculadas a algún banco global y las locales. La ausencia de banqueros de inversión y abogados especializados puede ocasionar pérdidas económicas derivadas de una mala negociación.
(ii) Procesos competitivos. Cada vez más los procesos de M&A tienden a ser competitivos convocando a potenciales interesados con la finalidad de maximizar el valor del activo. Si bien muchos accionistas se sienten inquietos con procesos que involucren a diversos interesados, se ha ido sopesando la importancia de su realización y estableciéndose mecanismos que reduzcan el impacto de la posible “difusión” y los riesgos de inestabilidad que pueden generarse al interior de la propia empresa o con relación a terceros (proveedores, clientes, acreedores).
(iii) Due diligence. Los procesos de debida diligencia asociados a la revisión legal, contable, financiera y operativa de las empresas han tenido una nítida evolución. Desde las formalidades previas al su inicio, ahora con convenios de confidencialidad que desincentivan revelar información o aprovecharse de ella, hasta la forma en que esta es suministrada (atrás quedaron los files físicos para dar paso a los cuartos de datos virtuales), incluyendo estrategias bien diseñadas de qué información compartir según cada postor y cada etapa; han convertido a esta fase del proceso de M&A en una de las protagonistas.
Mauricio Olaya, Socio principal
Publicado el lunes 6 de noviembre de 2017 en El Comercio